Hendrix, un guitarrista psicodélico y algo más
Por Eduardo Basz
Cuatro discos y tres años en la cresta de la ola le alcanzaron para reinventar la guitarra roquera y convertirse en un héroe artístico de nuestro tiempo. En una época desprovista de aparatos digitales y con estudios de grabación equipados con cuatro canales, el genio mestizo de las seis cuerdas encontró un sonido acorde con las angustias y esperanzas de un tiempo. Rápidamente, su genialidad fue reconocida por figuras como Eric Clapton y Pete Townsed (el saltarín de The Who). Ellos se sabían talentosos, pero reconocían que "Jimmy" tenía algo más.James Marshall Hendrix nació el 27 de noviembre de 1942 en Seattle. Luego de hacer el servicio militar como paracaidista en una base alemana, inició su actividad profesional como sesionista (se hacía llamar Jimmy James). Su condición de diamante en bruto le permitió ingresar a grupos como el de Ike a Tina Turner o el de Little Richard. Al promediar los "60, lo encontramos en los pubs del Greenwich Village al frente de un power trío sacudiendo al público con unos blues eléctricos y eufóricos. A un brillante cazatalentos le bastó verlo para darse cuenta de quién era. Inmediatamente le organizó una carrera fulminante: armó la Jimi Hendrix Experiencia, tocó en selectos pubs londinenses donde fascinó a gente como Frank Zappa y The Beatles. Su primer disco simple (Hey Joe, del "67) se instaló en él Top Ten durante diez semanas seguidas.¿Are you experiencie?, su primer longplay, fue suficiente para reinventar el concepto de la guitarra roquera. (Allí figuran clásicos como Purple Haze, Foxy Lady). Axis: bold as love, su segundo álbum, consolidó su figura como gurú de la Fender Stratocaster. A partir de ahí, Hendrix se embarcó en proyectos más desmesurados, como Electric Ladyland, donde quedó registrado su tema más autobiográfico: Voodo Chile. Su última experiencia fue la Band of Gipsy, donde liberó otros aspectos de su personalidad: dejó de lado las puestas en escena escandalosas, puso el acento en sus cualidades autorales y se hicieron más notorias sus inclinaciones políticas hostiles a la guerra vietnamita, expresada en Machine Gun.El fuego creativo que lo había llevado de manera tan vertiginosa hacia la cumbre lo empujó al fondo del abismo. Perdió el cuerpo el 18 de setiembre de 1970 a los 27 años. En eso, como en tantas otras cosas, se parece a Jim Morrison y Janis Joplin. En el borrador quedó un anhelo de grabar un disco con Miles Davis. El encuentro del príncipe de las tinieblas con el hijo de vudú no pudo ser. Posiblemente, el itinerario del jazz-rock habría sido diferente. Y ¿quién sabe?, tal vez se podría haber logrado un encuentro entre los dos grandes movimientos musicales de la época. En todo caso, la muerte de Hendrix marca el fin de una ambición: la del rock convertido en música de cámara.
ayresdejazz@yahoo.com.ar
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