Luther King en La Habana

Por Eduardo Basz

Casi medio siglo de poder revolucionario y la elite sigue constituida por hombres, uniformados, de piel blanca. La Revolución, encabezada por un abogado criollo contra la dictadura prostibularia de un sargento mestizo, generó expectativas y adhesiones en el pueblo afrocubano. Como el resto de los países latinoamericanos, Cuba también arrastra desde sus orígenes el conflicto entre la republica blanca y el país mestizo. (Todavía esta en cuestión si los negros son mayoría o minoría). Un escritor cubano diría que el en La Habana era visto como un blanco pero en Suecia era percibido como un negro. El discurso clasista e internacionalista de la igualdad racial operó, paradójicamente, como un obstáculo para plantear estas cuestiones. Así, todo intento de constituir asociaciones de reivindicación de la cultura y la religión de raíz africana encontraron la resistencia cuando no la represión del régimen. Aún así, el nombre de Luther King sirve para designar instituciones culturales del gobierno y la disidencia. Los activistas del Movimiento de Integración Racial están bajo la vigilancia del Departamento de Enfrentamiento de Ilegalidades que consideran “sus traidoras actividades en abierta provocación al Estado socialista cubano”. Sólo en La Habana hay alrededor de 500 grupos de hip-hop que cultivan una conciencia de la negritud. “Siempre es antisocial, hay calumnias al azar, agarrando siempre al negro con las manos en la masa”. Está surgiendo una masa crítica de intelectuales que con una agenda propia escriben novelas, ensayos y piezas teatrales. Para el Partido Comunista, esta intelectualidad es responsable de estar creando un “problema negro”, al llamar la atención sobre un abismo que no existe. La Constitución prohíbe el racismo y la discriminación. Pero viven en las peores casas de los peores barrios, tienen los peores empleos y son la inmensa mayoría de la población carcelaria. A partir del así llamado Período Especial, la situación de los negros ha empeorado junto con la escisión de la sociedad en dos grandes vertientes: los que manejan dólares y los que no tienen acceso a ellos. Esta situación afecto a blancos y negros pero de manera diferenciada. En el sector turístico, el 80% del personal es blanco%2