Una opcion al petroleo poco ecologica
Por EDUARDO BASZ
Hacia el 2003, el biólogo Jeffrey Dukes calculó que los fósiles que quemamos en un año se componen de materia orgánica equivalente a cuatro siglos de plantas y animales. La idea de poder reemplazar este legado fósil por energía ecológica parece ser, entonces, un acto de optimismo bienintencionado. Aparentemente no hay sustitutos, y una de las opciones que se están alentando es la de reemplazar el petróleo por el combustible diésel a partir de aceites vegetales. Este camino es claramente destructivo. La tierra cultivable que de otro modo se utilizaría para producir alimentos se asignará para cultivar combustibles. Pero esta competencia por la tierra no es el mayor problema del biodiésel. Ahora está sucediendo algo peor: la industria ha inventado (tal vez, accidentalmente) el combustible más carbono-intensivo del mundo. Al promover el biodiésel (como lo hacen la Unión Europea, Estados Unidos y ciertos movimientos ambientalistas), no se está creando un mercado de aceite de papas fritas usado sino el cultivo más devastador del planeta.
La Autoridad Federal para la Explotación de la Tierra de Malasia promueve la construcción de plantas de biodiésel. En sólo cuatro meses aprobó nueve proyectos presentados por consorcios primermundistas. Todos harán biodiésel a partir de la misma fuente: el aceite de palmera. El "Malaysian Star" informó que "la demanda de biodiésel vendrá de la Comunidad Europea. Esta reciente demanda acaparará, como mínimo, la mayoría de los inventarios malayos de aceite crudo de palmera". Sus efectos sobre el ecosistema no podían ser más dañinos. Según Amigos de la Tierra, "la explotación de plantaciones de palmeras de aceite fue responsable de un 87% de la deforestación de Malasia". En Sumatra y Borneo, unos 4 millones de hectáreas se han convertido en tierra de cultivo de palmeras. Tienen planificado despejar unos seis millones más en Malasia y otros 16 millones en Indonesia. Casi todo el bosque que sobrevivió a esta tala industrial corre peligro. Los plantadores de aceite están avanzando sobre el parque nacional Tanjing Puting de Kalimata. El orangután corre riesgo de extinguirse, como otras especies: rinocerontes, tigres, tapires, monos. Miles de aldeanos han sido forzados a convertirse en refugiados ambientales y unos 500 indonesios fueron torturados al resistir los desplazamientos. Los incendios forestales, tan frecuentes en la región, son provocados por los cultivadores de palmeras. La región se está convirtiendo en un campo gigante de aceite de vegetal. Antes de plantarse las palmeras de aceite, han de talarse y quemarse enormes árboles en los bosques, que contienen mayores reservas de carbono. Cuando se acaban las tierras más secas, las plantaciones se trasladan a los bosques.
El gobierno británico tiene el propósito de conseguir que el 6% del combustible del transporte venga de estas plantas hacia el 2020, aunque reconoce sus efectos nocivos en los países productores. "Los riesgos principales para el medio ambiente son aquellos que conciernen una enorme expansión en la producción de materia prima para biocombustibles, particularmente en Brasil (por la cana de azúcar) y el sudeste asiático (por las plantaciones de palmeras de aceite)".
ayresdejazz@gmail.com
1 Comments:
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