Agricultura organica, ecologia y economia
Por Eduardo Basz
La Argentina (bien lo sabemos ) es un país inclasificable. En el ultimo decenio ( en forma paralela a la involución social) se fue dando una revolución silenciosa, inesperada, discreta, casi imperceptible: la revolución de la producción orgánica. La Argentina es el segundo país del mundo en cantidad de hectáreas destinadas a esa forma de producción primaria. Fue un pionero mundial y durante mucho tiempo el único de América latina en abastecer a la Unión Europea con alimentos ecológicos. Básicamente, el 95% de lo producido va a la exportacion.Con la agricultura orgánica, la ecología empezó a constituirse en un sector económico. Anteriormente, solo era un movimiento social, cultural , de opinión. Ha sido un merito de las nuevas elites socio-culturales primermundistas haber establecido nuevas pautas de consumo, acordes con su compromiso medioambiental y sus preocupaciones por la alimentación sana. Los magníficos BoBos crearon su propia versión de la globalización. Para Roberto Rapela, presidente de la Cámara de Certificadoras de Alimentos y Productos Orgánicos ( Cacer), el verdadero desarrollo comenzó cuando “la Unión Europea aceptó las normas de la Republica Argentina. Fuimos el primer país latinoamericano en conseguirlo. Para nosotros fue trascendental haber tenido ese reconocimiento porque a partir de ahí se produce la explosión de lo orgánico en la Republica Argentina. Es muy importante como creció en forma exponencial la demanda a nuestro país en esos años. En aquel momento, la explosión de lo orgánico que se dio en el mundo exigía una continua demanda de nuestro país, conocido como un lugar que manejaba muy bajos niveles de agroquímicos, que tenia una naturaleza muy favorable, que manejaba muy bien la sustentabilidad”.
En el ultimo tiempo, los productos orgánicos que más crecieron fueron la soja, el girasol aceitero, las manzanas, las cebollas y la miel. Entre las frutas orgánicas certificadas se destacan las peras y las manzanas . Al decir de Rapela “nosotros tenemos grandes ventajas que son la contraestación por un lado y las grandes virtudes de nuestra naturaleza, de nuestros diferentes climas. Así que lo que nosotros debemos hacer es aprovechar las producciones de contraestación que se imponen con facilidad en otros lugares. Debemos intentar crear nuevos mercado siempre buscando la posibilidad de la contraestacion porque esa es una de las virtudes más importantes que nosotros tenemos a pesar de las distancias.Nosotros tenemos excelente calidad en cereales, en carnes (una vez resuelto el problema de la aftosa), de vino, de frutas, tanto frescas como desecadas. Tenemos frutas finas que también pueden acceder a esos mercados. Lo que tendríamos que desarrollar son productos que más que commodities sean speciality. Si bien el producto orgánico es una especialidad, dentro de lo orgánico existe una especie de commoditie. Así que debemos trabajar sobre productos que tengan alto valor agregado como el aceite esencial de hierbas aromáticas que tiene muy buen precio internacional y aquí tenemos muy buena calidad de hierbas aromáticas, frutas finas, carnes especiales y también algunos cereales”.
Una de las claves del crecimiento del sector orgánico ha sido que junto a los productores estaban las certificadoras. Son empresas habilitadas (tanto en el país como en el exterior) para garantizar que los productos definidos como orgánicos, efectivamente lo sean. Es decir: producidos según las pautas de la agricultura orgánica. Solo con esta certificación pueden ingresar ( y permanecer) en los mercados primermundistas. La certificación indica que un producto ha sido verificado en diferentes etapas. Algunos productores además de la orgánica se ocuparon de conseguir la certificación kosher, como parte de una estrategia empresarial. Según Rapela “Las certificadoras han jugado en estos anos un rol fundamental en el desarrollo de lo organico.¿ Porque?. Sin bien existían pocas reconocidas por la Unión Europea (al principio eran solo dos y ahora son cuatro), también por USDA ( el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos ) a traves del sistema NOP (Programa Orgánico Nacional) y en el futuro no muy lejano por el organismo similar de Japón, Jas, el papel de las certificadoras es fundamental porque hicieron un muy buen trabajo que genera una gran confiabilidad, agregado a eso un muy buen rol del Senasa que lograron mantener un posicionamiento muy destacado de la Argentina en el mercado orgánico mundial. A partir de la aceptación de la Unión Europea de esas cuatro y el crecimiento de otras firmas se creo la Cámara de Certificadoras. Estamos trabajando muy seriamente con todo el sistema de certificación, tanto orgánico como convencional. Y la realidad es que cada vez vemos que en el mundo se están creando diferentes tipos de certificación que cada uno exige para sí. Esto crea una gran confusión entre los productores porque al no tener definido al principio donde exportar no saben a que sistema adecuarse.La idea de la cámara es propiciar con todos los países latinoamericanos, algo así como un ideal de certificación latinoamericana que contemple las buenas practicas agrícolas, el medio ambiente y la responsabilidad social. Quiere decir que si nosotros en América latina podríamos concensuar una norma similar a la de Europa estaríamos mas que satisfechos porque los productores ateniéndose a una sola certificación podrían abarcar mercados mas amplios sin necesidad de tener mas costos de este tipo y además evitando la posibilidad de que su producción no sea aceptada en otro lado”.En un país donde lo único previsible es la sorpresa constante, nadie puede asombrarse que la producción orgánica haya sido encarada con tanta seriedad y con tan buena cosecha.
1 Comments:
Muy buen artículo. Sería interesante conocer que alimentos orgánicos pueden hoy conseguirse localmente.
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