Lugares del horror, arquitectura de la memoria
En la nueva agenda de los derechos humanos empiezan a destacarse los museos de conciencia, constituidos en antiguos escenarios del terrorismo estatal, de la opresión o de triunfos democráticos. El propósito es interpretar la historia a través de ciertos lugares. En 1999 fue creada la Coalición Internacional de Museos de Conciencia en Sitios Históricos. Entre sus 9 miembros fundacionales, esta Memoria Abierta, el bloque de 5 organismos que impulsa la transformación de la ESMA en un museo. Recientemente, una delegación de la Coalición visitó la Argentina y recorrió al edificio más representativo del Proceso. En ese momento, pudo entrevistar a Nadia Baiesi, docente de historia contemporánea y directora de la Fundación Escuela de la Paz de Monte Sole. Ahí se cometió la masacre de civiles más importante de la II Guerra Mundial en Europa occidental, cuando los Aliados fueron detenidos en la línea Gótica. La perpetraron efectivos de las SS junto con fascistas italianos.Hoy dia, la escuela promueve encuentros de jóvenes italianos y alemanes pero también de otras sociedades con problemas y conflictos como israelíes y palestinos o serbios y croatas.
¿Cual es la relación entre los museos de la conciencia y el sitio histórico?
En nuestro caso (tanto de Monte Sole como de la Coalición) el lugar se convierte en una especie de testimonio de la memoria del pasado. Lamentablemente, casi todos nuestros testigos han muerto, entonces el lugar se ha convertido en el testigo principal.
¿Como se transforma un lugar del horror en una arquitectura de la memoria?
Son muchos los caminos que se pueden recorrer. Depende como sea. En Monte Sole eran pequeñas aldeas distribuidas en una colina. Después de la masacre de 1944, cuando en 4 días fueron asesinados 770 civiles (todos ellos mujeres, ancianos y niños) las quemaron. Quedaron las ruinas. Lo que hicimos nosotros y tenemos en común con otros sitios de la Coalición es que las conservamos tal cual estaban, tratando de no reconstruir.Simplemente, mantenerlas vivas, por decirlo de alguna manera. Esto nos ha parecido la mejor manera de provocar en los jóvenes que van a visitarla una serie de preguntas: ¿como es que pudo haber sucedido esto?, ¿porque sucedió? Están conservadas en su estado original. En nuestro caso nadie volvió a vivir ahí y se mantuvo como un museo al aire libre. Así estaba y así quedo.
¿Puede existir el riesgo de convertirse en lugares de atracción turística?
En el interior de la Coalición es un tema muy importante sobre el que discutimos varias veces.
El lugar esta abierto así que cualquiera puede ir. Pero nosotros promovemos el turismo de escuelas y asociaciones y tratamos de desalentar el otro. Un ejemplo: en la Escuela de la Paz tenemos capacidad para recibir a 50 personas, con cama. Pero cuando nos llaman para preguntarnos si tenemos lugar, nosotros les pedimos que nos digan que quieren hacer. No somos un hotel. Tratamos de ver si hay fundamentación, motivos que estén relacionados con nuestros objetivos. De todas formas, ellos tienen que trabajar con nosotros como mínimo media jornada. Los acompañamos a los diferentes lugares y les relatamos lo que sucedió.
¿Como hace el ser humano para que estos sitios hablen?
Un camino posible es recurrir a los testimonios, sobre todo cuando están vivos. Tenemos pocos testigos vivos lo que si tenemos son testimonios escritos o en video.La otra cosa importante es relacionar estos relatos con la historia. La narración histórica permite construir el contexto. No se trata de explicar las razones porque frente a un nivel de violencia tan terrible uno no puede decir esta es la causa y aquella la consecuencia. Pero permite entender cuales son las condiciones en que esta violencia pueda manifestarse. Esto les permite a los muchachos reflexionar, pensar y entender si eventualmente en otras partes del mundo hubo una violencia similar porque hay etapas en las que la violencia va creciendo. Y quizas en una fase se la pueda prevenir.
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